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La humedad por condensación es el peor enemigo de cualquier casa.
No solo arruina paredes, techos y muebles, sino que también convierte tu hogar en un lugar incómodo, frío y con un olor que nunca desaparece.
Si has visto esas manchas negras asquerosas en las esquinas de las habitaciones o en el baño, sabes exactamente de lo que hablo.
En mi caso, además de esas manchas, descubrí que el canapé estaba lleno de moho y los armarios olían a humedad. Era una lucha diaria.
Probé los típicos deshumidificadores de pastilla recargables (esos que parecen una solución mágica en los anuncios). Sí, recogían un poco de agua, pero era como tratar de vaciar un barco que se hunde con un dedal. No funcionaban para nada en un problema como era el nuestro.
Así que, después de mucho investigar en Internet, decidí dar el salto y comprar algo más serio o profesional, un deshumidificador eléctrico de tamaño medio, y concretamente el que cogí fue el Pro Breeze de 12L.
Para cubrir todas las zonas problemáticas de casa, que en mi caso eran 2 habitaciones y el baño, compré dos. Primero compré uno y al ver que funcionaba, compré otro igual.
Uno para dejarlo fijo en nuestra habitación con vestidor, y otro para la otra habitación y moverlo por el resto de la casa según lo necesitáramos.
Te explico un poco la problemática de nuestro caso, el antes y después con este aparato.
Habitaciones y vestidor. El cambio que no esperaba
Antes, nuestra habitación era como dormir en una cueva húmeda. No importaba cuántas mantas pusiera o cuánto subiera la calefacción, las sábanas siempre estaban frías y un poco húmedas al tacto. Horrible, en invierno. Con el humidificador funcionando unas 12 horas al día, eso es cosa del pasado.
El ambiente ahora es acogedor, incluso sin necesidad de subir tanto la calefacción. Las sábanas están secas y cálidas, vamos que esa sensación de frío húmedo al entrar en la habitación ha desaparecido por completo.
El vestidor, que antes era un campo de batalla contra el olor a humedad y las manchas de moho en los meses más fríos del año, de octubre a marzo aproximadamente, también está irreconocible.
Siempre tenía miedo de guardar ropa ahí porque luego olía raro, como a «cerrado», por mucho que estuviera limpia y hubiera puesto en la lavadora perfumador líquido para ropa.
Ahora todo está seco, fresco y sin ese olor a rancio. Es un alivio enorme no tener que lavar ropa por segunda vez solo porque apestaba después de guardarla.
Los deshumidificadores recargables de pastilla que tenía antes de comprar el deshumidificador eléctrico ahora los tengo dentro del armario de la habitación de las niñas y poco a poco pero van recogiendo algo de agua.
El baño. Adiós a la sauna de condensación
Nuestro baño es pequeño y no tiene ventana ni más ventilación que un rejilla o conducto de ventilación abierto pero sin ser extractor eléctrico, vamos que por allí no sale absolutamente nada de humedad…
Antes, después de ducharnos, parecía que acabábamos de montar un spa, las paredes literalmente chorreaban agua y las toallas tardaban muchas horas en secarse. El olor a humedad que se quedaba allí era inevitable, y la alfombrilla del suelo no se libraba tampoco, húmeda de ducha en ducha.
Ahora, con el deshumidificador es otra historia.
Lo ponemos mientras nos duchamos y lo dejamos sobre media hora más después de haber finalizado el baño, y el cambio es espectacular.
Las paredes no «sudan» agua como antes, las toallas se secan en cuestión de pocas horas y, lo mejor, ya no hay ese olor desagradable en el baño. Es increíble cómo un aparato tan compacto puede hacer tanto.
El salón y la colada. Ropa seca, olor a limpio
Otro de mis mayores dolores de cabeza era secar la ropa en invierno. Tendemos dentro de casa cuando hay niebla fuera, que suele ser muy habitual en invierno, pero la ropa tardaba un par de días en secarse y, cuando por fin lo hacía, muchas veces olía a humedad.
Horrible, porque no hay nada más frustrante que lavar la ropa y que termine oliendo peor que antes.
Ahora, coloco el deshumidificador al lado del tendedero en el salón y en unas pocas horas la ropa está seca y con un olor limpio y fresco.
Esto ha sido un cambio total para nosotros. Ya no tenemos que preocuparnos de que las prendas huelan raro, y encima evitamos que la humedad extra de la ropa mojada se acumule en casa.
Otras ventajas que no me esperaba +++
Menor consumo de calefacción
Este fue un plus que no veía venir. Antes, teníamos que poner la calefacción a 21 o 22 grados para sentirnos medio cómodos, y aun así, el ambiente seguía húmedo y frío. Ahora, con el deshumidificador funcionando, el aire está seco y el calor se siente mucho más. Hemos bajado el termostato un par de grados y seguimos estando cómodos. Esto no solo nos hace sentir mejor, sino que también ahorra en la factura de la calefacción.
No rompe el banco con la luz
Quizá uno de los miedos más comunes al usar un deshumidificador es cuánto puede aumentar la factura eléctrica. Nosotros lo usamos bastante, unas 12 horas al día 2 máquinas, y la diferencia en la factura ha sido mínima. Nada exagerado, y considerando todo lo que ha mejorado nuestra vida, vale cada euro, de verdad.
Silencioso y práctico
Una de las mejores cosas del deshumidificador que nosotros compramos es que apenas hace ruido. Lo podemos dejar funcionando en el dormitorio por la noche y no nos molesta nada, claro esto es algo subjetivo, habrá personas que necesiten un silencio absoluto para dormir, nosotros no y el ruido que hace es similar a un ventilador de los de columna por ejemplo, no silencioso del todo pero no molesto al menos para nosotros.
Además, es compacto y fácil de mover, lo que es ideal para usarlo en varias estancias según lo necesitemos.
Una de las cosas que más me impactó fue que el primer día cuando nos llegó por mensajería, lo abrimos, lo dejamos como 10 minutos enchufado pero sin encenderlo y a los 10 minutos de encenderlo marcaba que la humedad de nuestra habitación estaba al 73% y en una hora y media aproximadamente bajo a 61% recogiendo 740 ml de agua cuando llevábamos 3 semanas y media con un deshumidificador de pastilla y había recogido unos 550 ml!!!
En resumen ¿vale la pena invertir en un deshumidificador?
¡Totalmente! Si estás cansado de lidiar con la humedad, el moho y ese olor desagradable que parece invadirlo todo, un deshumidificador puede ser tu salvación. Es práctico, eficiente y, lo más importante, realmente funciona. En nuestro caso, pasó de ser un problema sin una aparente solución económica a un hogar donde se siente el aire limpio, seco y acogedor.
Es una inversión que no solo mejora el estado de tu casa, sino también tu calidad de vida. No te quedes con esos deshumidificadores de pastilla que no hacen nada. Hazte un favor y prueba algo que realmente marque la diferencia. A nosotros, el deshumidificador Pro Breeze de 12L nos ha resuelto nuestro problema de humedades, moho y olores varios…